Ayer hice unas galletas impresionantes. Sobre todo para los chocolateros. Cuando se están haciendo el olor inunda todo. Por fuera están crujientes y por dentro blanditas.
INGREDIENTES:
- 115 grs. de nueces (yo avellanas).
- 60 grs. de harina de repostería.
- 1 cucharadita de levadura química Royal.
- 1/4 de cucharadita de sal.
- 450 grs. de chocolate negro Nestlé postres.
- 57 grs. de mantequilla en trocitos.
- 350 grs. de azúcar granulada.
- 4 huevos grandes a temperatura ambiente.
- 1 cucharada de extracto de vainilla.
- 170 grs. de chocolate con leche.
- 170 grs. de chocolate blanco.
PREPARACIÓN :
Precalentar el horno a 180º y tostar los frutos secos, extendidos en una bandeja. En cuanto ya pueda olerse el tostado, ya estarán.
- Mezclar con unas varillas manuales los ingredientes secos en un cuenco.
- Derretir los 450 grs. de chocolate. En un cuenco de acero inox. echar el chocolate troceado y la mantequilla. Colocarlo sobre un cazo con un poquito de agua que no toque el cuenco del chocolate. Esperar a que hierva y bajar el fuego, hasta que apenas hierva. Remover hasta que se derrita. Dejar enfriar a temperatura ambiente.
- En un batidor, con la pala, batir huevos y azúcar durante cinco minutos, hasta que hayan doblado su volumen. Añadir la vainilla y batir.
- Añadir el chocolate derretido, ya a temperatura ambiente y batir. Terminar de remover a mano, hasta que el chocolate esté perfectamente integrado.
- Echar los ingredientes secos e integrar con movimientos envolventes manuales. Y ya sólo quedan los dos chocolates en trocitos y los frutos secos, que añadimos y mezclamos bien manualmente.
- Tapamos con un papel film y al frigo, mínimo 2 horas.
Precalentamos el horno a 180º. Y vamos depositando montoncitos e la mezcla en una bandeja forrada con papel de horno. Para hacerlas más o menos del mismo tamaño yo he utilizado un racionador de helados. Con la mano ligeramente húmeda aplastamos un poco los montoncitos y al horno unos 15 minutos, hasta que veamos que se craquelan. Sacamos y dejamos en la bandeja hasta que enfríen un poco. Después, con cuidado las depositamos en una rejilla para que enfríen del todo.
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