Fáciles de hacer, rápidos y un resultado excelente. Recién hechos son exquisitos. Así, que los que no se coman de inmediato se pueden congelar y al descongelar, en un ratito estarán como recién hechos. Se tuestan un poco y con mantequilla, mermelada, queso, jamón, chorizo, etc, etc,, son un manjar.
INGREDIENTES (14 bollitos pequeños)
- 400 grs. de harina de fuerza.
- 20 grs. de azúcar.
- 8 grs. de sal.
- 16 grs. de levadura fresca.
- 200 ml. de leche tibia, entera.
- 50 ml. de agua tibia.
- 30 grs. de aceite de girasol.
- 1 huevo mediano.
PREPARACIÓN:
1- Mezclar harina, azúcar y sal. Hacer un hoyo en el centro.
2- Añadir el huevo batido, la leche tibia, el aceite y la levadura disuelta en el agua.
3- Mezclar todos los ingredientes y amasar hasta que quede una masa elástica que se pueda manejar con las manos. Yo añadí un poquito más de harina.
4- Formar una bola y depositarla en un bol engrasado y enharinado. Tapar y dejar que leve 30 minutos.
5- Volcar sobre una superficie con algo de harina y formar con el rodillo un círculo de 1'5 cms. de grosor aprox.
6- Cortamos los panecillos con un cortador y los depositamos sobre unos cuadraditos de papel de hornear que habremos recortado previamente. Tapamos con un paño limpio y dejamos levando hasta que doblen su volumen.
7- Colocamos al fuego una sarten y cuando está caliente vamos colocando los panecillos en su papel. Tapamos, bajamos el fuego al mínimo y dejamos 2 minutos. Quitamos el papel y dejamos otros cinco minutos. Les damos la vuelta y dejamos 7 minutos.
Origen de la receta: Una pincelada en la cocina
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