Puede parecerlo, pero no es una tarta de queso. Es un pastel riquísimo y ligero.
INGREDIENTES:
- 1 Bote de 370 grs. de leche condensada.
- 150 ml. de vino blanco.
- 50 grs. de nata montada.
- 6 Huevos. A temperatura ambiente.
- 3 Hojas de gelatina.
- 3 Cucharadas de harina.
- 1 Cucharada de cacao.
PREPARACIÓN: (precalentar el horno a 170º)
1- Separar las yemas de las claras. Reservar tres claras en un recipiente y las otras tres en otro.
2- Batir las yemas con el vino y cocerlas al Baño María, sin dejar de batir, hasta que hayan doblado su volumen y estén firmes. Dejarlas enfriar, batiendo un poco más.
3- Añadir la leche y mezclar bien.
4- Separar la mezcla en dos partes.
5- Añadir a una de las partes la harina y el cacao e incorporar tres claras batidas a punto de nieve.
6- Verter esta mezcla en un molde desmontable. Yo utilicé uno de 17 cm.
7- Cocer unos 25 minutos.
6- Dejar templar y desmoldar sobre una rejilla. Dejar enfriar por completo.
7- Remojar la gelatina en agua fría, escurrir y disolver en un poquito de agua, a fuego suave.
8- Añadir a la mezcla restante de la crema de vino la gelatina, la nata y las tres claras restantes montadas a punto de nieve.
9- Llevar al frigorífico durante una hora. A los 30 minutos hay que batirlo bien.
10- Dividir el bizcocho en dos mitadas. Colocar una en el mismo molde, echar encima la mouse y cubrir con la otra mitad del bizcocho.
11- Dejar en el frigorífico toda la noche y cubrir con una confitura de fresas.
Receta de : Mª Dolores Salom Climent
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